Hace un par de semanas Ricardo «Tuca» Ferreti dejó el mando de la Selección Mexicana de fútbol. Cumplió con los objetivos que se tenían presupuestados. Un día antes de dirigir su último partido ante Panamá, se encontraba todo el equipo en las instalaciones deportivas de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, realizando su última práctica previa al encuentro. Siendo alumno de dicha universidad me di cita muy temprano para presenciar la práctica, como varios de mis compañeros.

Se percibía un ambiente tranquilo tras haber conseguido días antes el boleto a la Copa Confederaciones, que se celebrará en Rusia en el 2017, cuando vencieron dramáticamente a los Estados Unidos tres a dos en Pasadena, California. El entrenamiento duró un poco más de una hora. Durante el entrenamiento, realizaron labores regenerativos, pero principalmente tuvieron la oportunidad de jugar fútbol-tennis y por último un interescuadras, mejor conocido como cascarita, que cumplía con los sueños de muchos estudiantes y personas que viven o trabajan cerca de Santa Fe, al ver a futbolistas como Carlos Vela, Tecatito Corona, Miguel Layún, Moisés Muñoz, Héctor Herrera, entre otros. Pero curiosamente el más divertido de todos no eran los futbolistas, si no el Tuca, que también se dio el lujo de participar en la cascarita desempeñándose de defensa, medio y hasta de delantero. Me atrevo a decir que todavía guarda sus dotes de técnica, como cuando jugaba con los Pumas de la UNAM en sus mejores momentos, porque a pesar de no haber anotado un gol, mandaba pases y centros exquisitos.

Una vez finalizado el entrenamiento, los medios de comunicación aprovecharon para platicar con los futbolistas. En la conferencia de prensa, él Tuca cumplió con su promesa de rasurarse frente las cámaras si su equipo vencia al equipo de las barras y las estrellas. Sin su peculiar bigote que siempre lo caracteriza, mencionó sentirse satisfecho por los resultados obtenidos.

Este personaje del fútbol mexicano nació un 22 de febrero de 1954 en la paradisiaca ciudad de Rio de Janeiro, Brasil. Primero inició su carrera como futbolista en su país natal, militando en el Botafogo, Vasco da Gama y Bonsucesso. Para 1977 llega a México con el Atlas de Guadalajara, pero su mejor época la vivió con los Pumas de la UNAM donde ganó dos títulos de liga.

Meses después de su retiro en 1991, comienza su exitosa carrera como entrenador de los mismos Pumas. A partir de ese año empezó a ser un hombre de retos ya que en 1997, siendo entrenador de las Chivas obtuvo el título de liga que no lograban desde 1987. Nuevamente retornó a la UNAM en 2006 quienes se encontraban en zona de descenso, pero revirtió la situación consiguiendo el campeonato en el Clausura 2009.

Dejo el mando universitario en 2010 para dirigir a los Tigres de Monterrey. A diferencia de Pumas, Tigres llevaba casi 30 años sin ser campeón del fútbol mexicano, además de ubicarse en la penúltima posición del descenso. No solamente los salvó del descenso, si no también le bastó un año para terminar con la larga sequía. Otro logro importante, fue que este año El Tuca y sus pupilos se quedaron cerca de la hazaña de ser el primer equipo mexicano en ganar la Copa Libertadores, siendo derrotados por el River Plate de Argentina. Todos estos resultados cautivo a los directivos de la federación para llevárselo a la selección mexicana.

Numerosas ocasiones Ferreti negaba tajantemente dicho puesto. En una entrevista llegó a decir que prefería ser barrendero que dirigir al Tri. Tras el despido del Piojo Herrera el verano pasado, la dificultad para encontrar un sucesor, los partidos que estaban a la mira y la insistencia de los directivos hacia el Tuca, finalmente aceptó dirigirlos de manera interina.

El reto que se le avecinaba era simple, dirigirlos cuatro partidos y conseguir el pase a la Confederaciones ante Estados Unidos. Un par de empates con mal sabor de boca ante Trinidad y Tobago, y Argentina, pero las victorias con Estados Unidos y Panamá fue la breve, pero exitosa época del brasileño como estratega nacional. Ovacionado por la afición en su último partido contra Panamá disputado en Toluca, Ricardo Ferreti dijo sentirse profundamente agradecido por todo lo que ha logrado en este país.

Caracterizado por ser polémico, crítico, enojón, dedicado, estudioso y malhablado en cualquier lugar, Ricardo Ferretti de Oliveira ha tenido una brillante carrera como futbolista y estratega en México. Puede presumir que en sus 24 años como entrenador, nunca ha sido despedido y en este mismo lapso no ha dejado de entrenar. En su último entrenamiento al frente del Tricolor, mencionó que lo ha consiguió todo en esta que es su segundo hogar y es cierto. Lo único que puedo decir de este señor es que ha aportado muchas cosas al fútbol mexicano. Gracias Tuca por darnos tantas risas y alegrías.