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CODICE Y PUNTO Y A PARTE CULTURA DE PAGO

ORÍGENES DEL PERRO

La familia de los perros, los llamados Canidae o cánidos, aparecen por primera vez hace más de 36 millones de años, según los hallazgos fósiles más antiguos encontrados en América del Norte, donde las primeras familias de cánidos se originaron y se desarrollaron en un continente cuyo hábitat estaba formado eminentemente por bosques. Hablamos de finales de la época del Eoceno, en la era Cenozoica, donde con los años, fueron dispersándose por Eurasia, a través del estrecho de Bering, a finales del Mioceno.

Para ubicarnos en la época del Eoceno, cabe destacar que fué en esta época durante la cual se formaron algunas de las cordilleras más importantes del mundo, como la cordillera de los Alpes o el Himalaya, y se sucedieron varios cambios climáticos importantes que provocaron un aumento de la temperatura del planeta y el inicio de un enfriamiento global que daría paso a las primeras glaciaciones y a una extinción masiva de diferentes especies.

En esta época predominaban las aves sobre los demás seres y empezaron a desarrollarse los primeros cetáceos. Se produjo una gran expansión y diversificación de las hormigas. La Antártida comenzó la época rodeada de bosques tropicales y lo finalizó con la aparición de los primeros casquetes polares. Y aparecen los órdenes nuevos de mamíferos como el perro, encontrándose en un animal conocido como Hesperocyon.

El Hesperocyon no se parecía a un perro de cualquier raza de las que conozcamos hoy en día. Su tamaño era más bien el de un gato y se parecía más a un mapache o una jineta, era pequeño y no medía más de 80 cm. Su cuerpo era largo y flexible y tenía una cola larguísima. Éste era su aspecto.

El Hesperocyon fue evolucionando hasta su extinción, sin embargo, antes de su extinción fué extendiéndose y diversificándose en numerosas especies de tamaño medio. La familia de los Cánidos estuvo diferenciada en tres subfamílias: la subfamilia del Hesperocyon que como he comentado se extinguió. De ésta se originó la subfamilia de Borophaginae, que también acabó por extinguirse y la subfamilia de Caninae, entre las que se encuentran los perros actuales, un subgénero del lobo gris.

Desde el origen del Hesperocyon se han desarrollado una variedad de formas y tamaños sorprendente y, aunque muchas de las formas se extinguieron, hoy en día hay más de 35 especies que surgieron de este pequeño animal cuya capacidad de adaptación le dió un potencial evolutivo casi ilimitado. Hablamos del chacal, del coyote, del dingo, de todos los géneros de lobos que existen, de todos los géneros de zorros que existen hoy en día, y todos ellos surgieron a partir del Hesperocyon.

Y centrándonos en el perro de hoy en día y en todas las razas que existen del mismo (más de 800), el conocido como canis lupus familiaris, no hay duda de que éste se originó a partir del canis lupus o el que conocemos como lobo gris, gracias al proceso de domesticación que se llevó a cabo en Europa hace más de 30.000 años. Este proceso de domesticación no fué algo que provocó el hombre de forma voluntaria, sino que fué el lobo el que fué acercándose al ser humano para aprovechar los desperdicios de éste para poder sobrevivir. La compañía le beneficiaba y con el tiempo el beneficio fue recíproco, ya que el hombre adaptó el lobo a sus necesidades, evolucionando éste en el perro y en sus diferentes razas.

Los perros han acompañado al hombre en su proceso a la civilización; su presencia está probada en todas las culturas del mundo. Toda su evolución viene marcada por su convivencia con nosotros: su cráneo y sus dientes se han visto reducidos de tamaño con relación al lobo al no necesitar matar presas grandes. Además, al pasar de una dieta de carne a una constituida por los desechos provenientes de la alimentación de los humanos, desarrollaron cerebros más pequeños que requieren menos calorías y menos proteínas para su crecimiento y sustento.

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