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ESCRITO ELABORADO POR DR. ABRAHAM MONTALVO PARRA, DIRECTOR DE UMF/MR ISSSTE, Y PRESIDENTE DEL COLEGIO MÉDICO DE TECATE. 

COLECISTITIS

La colecistitis es una inflamación de la vesícula. La vesícula es un órgano pequeño, con forma de pera, ubicado en la zona derecha del abdomen, debajo del hígado. La vesícula contiene líquido digestivo (bilis) que se libera al intestino delgado.

En la mayoría de los casos, la colecistitis se produce por cálculos biliares (piedras) que obstruyen el tubo que sale de la vesícula. Esto se da como consecuencia de una acumulación de bilis que puede causar inflamación. Otras causas de la colecistitis comprenden problemas con el conducto biliar, tumores, enfermedades graves y ciertas infecciones.

Si no se la trata, la colecistitis puede producir complicaciones graves que, a veces, pueden poner en peligro la vida, como la rotura de la vesícula. El tratamiento de la colecistitis suele consistir en la extirpación de la vesícula.

SÍNTOMAS

Los signos y síntomas de la colecistitis son:

• Dolor intenso en la parte superior derecha o en el centro del abdomen

• Dolor que se extiende al hombro derecho o a la espalda

• Dolor con la palpación del abdomen

• Náuseas

• Vómitos

• Fiebre

Los signos y síntomas de la colecistitis ocurren generalmente después de las comidas, en especial, si son abundantes o grasosas.

CAUSAS

La colecistitis ocurre cuando la vesícula se inflama. Las causas de la inflamación de la vesícula pueden ser:

• Cálculos biliares o piedras. Con mayor frecuencia, la colecistitis se produce a causa de partículas duras que se forman en la vesícula (cálculos biliares). Los cálculos biliares pueden obstruir el tubo (conducto cístico) por el que fluye la bilis cuando sale de la vesícula. La bilis se acumula y causa la inflamación.

• Tumor. Un tumor puede evitar que la bilis drene de la vesícula de forma adecuada, lo que causa la acumulación de bilis que puede provocar colecistitis.

• Obstrucción de las vías biliares. La torsión o la formación de cicatrices de las vías biliares pueden causar obstrucciones que provoquen colecistitis.

• Infecciones. El sida y ciertas infecciones virales pueden ocasionar la inflamación de la vesícula.

• Problemas en los vasos sanguíneos. Una enfermedad muy grave puede dañar los vasos sanguíneos y disminuir el flujo de sangre hacia la vesícula, lo que da lugar a la colecistitis.

COMPLICACIONES

La colecistitis puede ocasionar una serie de complicaciones graves, entre ellas:

• Infección en la vesícula. Si se acumula bilis en la vesícula, lo que provoca colecistitis, esta se puede infectar.

• Muerte del tejido de la vesícula. Si la colecistitis no se trata, puede provocar la muerte del tejido de la vesícula (gangrena). Es la complicación más frecuente, especialmente, en las personas mayores, las que tienen diabetes y quienes esperan para recibir tratamiento. Esto puede provocar un desgarro o una rotura en la vesícula.

• Desgarro de la vesícula. Un desgarro (una perforación) en la vesícula se puede producir a partir de una inflamación, una infección o la muerte del tejido de la vesícula.

PREVENCIÓN

Puedes reducir el riesgo de padecer colecistitis tomando las medidas que se indican a continuación para evitar la formación de cálculos biliares:

1. Baja de peso paulatinamente. El adelgazamiento rápido puede aumentar el riesgo de cálculos biliares. Si debes adelgazar, apunta a bajar de 500 a 900 gr por semana.

2. Mantén un peso saludable. Tener sobrepeso aumenta la probabilidad de tener cálculos biliares. Para alcanzar un peso saludable, reduce las calorías y aumenta la actividad física. Mantén un peso saludable alimentándote bien y haciendo ejercicio.

3. Optar por una dieta saludable. Las dietas con alto contenido de grasa y poco contenido de fibras pueden aumentar el riesgo de tener cálculos biliares. Para reducir el riesgo, elige una dieta rica en frutas, vegetales y cereales integrales.

DIAGNÓSTICO

Las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar colecistitis comprenden:

• Análisis de sangre. El médico puede solicitar análisis de sangre para detectar signos de una infección o de problemas en la vesícula.

• Pruebas de diagnóstico por imágenes de la vesícula. Se puede utilizar un ultrasonido abdominal o específicamente de hígado y vías biliares, o una exploración por tomografía computarizada para crear imágenes de la vesícula que pueden revelar signos de colecistitis o cálculos en las vías biliares y la vesícula.

• Una exploración que muestra el movimiento de la bilis en el cuerpo. Una gammagrafía hepatobiliar con ácido iminodiacético sigue la producción y el flujo de bilis desde el hígado hasta el intestino delgado, y permite detectar obstrucciones. En la gammagrafía hepatobiliar con ácido iminodiacético, se inyecta un tinte radioactivo en el cuerpo que se une a las células que producen bilis, de manera que se pueda ver a medida que se desplaza junto con la bilis a través de las vías biliares.

TRATAMIENTO

Por lo general, el tratamiento de la colecistitis requiere una estancia hospitalaria para controlar la inflamación de la vesícula. A veces, se necesita una cirugía.

En el hospital, trabajaremos para controlar los signos y síntomas. Algunos de los tratamientos son los siguientes:

• Ayuno. Es posible que no se te permita comer ni beber nada inicialmente para reducir la presión en la vesícula inflamada.

• Administración de líquidos a través de una vena del brazo. Este tratamiento ayuda a prevenir la deshidratación.

• Antibióticos para combatir la infección. Si la vesícula está infectada, es probable que se te recomienden e indiquen antibióticos.

• Analgésicos. Estos medicamentos pueden ayudar a controlar el dolor hasta que disminuya la inflamación de la vesícula.

• Un procedimiento para extraer cálculos. El médico puede realizar un procedimiento denominado «colangiopancreatografía retrógrada endoscópica» para extraer los cálculos que estén obstruyendo las vías biliares o el conducto cístico.

Es probable que los síntomas se reduzcan en dos o tres días. Sin embargo, la vesícula con frecuencia se vuelve a inflamar. A la larga, la mayoría de las personas con esta afección debe someterse a una cirugía de extracción de la vesícula.

La cirugía de extracción de la vesícula se denomina «colecistectomía». En general, es un procedimiento mínimamente invasivo que comprende unas pocas incisiones diminutas en el abdomen (colecistectomía laparoscópica). En raras ocasiones, se requiere un procedimiento abierto en el que se realiza una incisión larga en el abdomen.

El momento de realización de la cirugía depende de la gravedad de los síntomas y del riesgo general de tener problemas durante la operación y después de esta. Si el riesgo quirúrgico es bajo, la cirugía se puede realizar en un plazo de 48 horas o en el transcurso de la estancia hospitalaria.

Una vez que se extrae la vesícula, la bilis pasa directamente del hígado al intestino delgado en lugar de ser almacenada en la vesícula biliar. No es necesario tener la vesícula para llevar una vida normal.

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