El niño de cinco años jugaba con el perro de 18 meses. Eso vio la madre en la ventana, e instantes después, cuando volvió a mirar, su hijo estaba boca abajo en la nieve, inmóvil, mientras el perro tiraba de su bufanda.
John Bruno, de Warrington, Pensilvania, murió luego de tres días en coma inducido en el Hospital de Niños de Filadelfia, adonde lo llevó la ambulancia desde el sitio del accidente insólito. La madre había corrido a liberar a su hijo de la bufanda con la cual el perro lo había ahorcado. Pero el niño apenas respiraba y llamó entonces al número de emergencias.
La policía del condado de Bucks investigó el caso y confirmó las declaraciones de la mujer: el niño murió por causas fortuitas, dijo James Garrow, de la Oficina del Forense de Filadelfia.
Con información de Sin Embargo
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