En un hecho sin precedentes, el máximo líder de la Iglesia Católica asistió a la principal conmemoración de la Iglesia Luterana en Suecia para conmemorar los 500 años de la reforma, que separó a los cristianos de occidente en católicos y protestantes.
“Para nosotros cristianos, es una prioridad salir al encuentro de los desechados y marginados de nuestro mundo, y hacer palpable la ternura y el amor misericordioso de Dios, que no descarta a nadie, sino que a todos acoge. A nosotros los cristianos hoy se nos pide protagonizar la revolución de la ternura”, dijo el Papa Francisco a los representantes y delegados de las confesiones cristianas que participaron en el Evento Ecuménico en Malmö, en el ámbito de su 17° Viaje Apostólico a Suecia.
En su discurso, el Papa jesuita agradeció por la conmemoración conjunta. Estamos viviendo con espíritu renovado y siendo conscientes de que la unidad entre los cristianos es una prioridad, dijo el Pontífice, porque reconocemos que entre nosotros es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
“El camino emprendido para lograrla es ya un gran don que Dios nos regala – afirmó el Papa – y gracias a su ayuda estamos hoy aquí reunidos, luteranos y católicos, en espíritu de comunión, para dirigir nuestra mirada al único Señor, Jesucristo”.
El diálogo entre nosotros, señaló el Obispo de Roma, ha permitido profundizar la comprensión recíproca, generar mutua confianza y confirmar el deseo de caminar hacia la comunión plena.
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