Ante los recientes escándalos de abusos sexuales por parte de clérigos, el Papa Francisco convocó a todas las
Conferencias Episcopales del mundo a una cumbre en febrero próximo a fin de analizar la prevención sobre el tema, así como la protección de los niños.
El llamado coincide también con las acusaciones del arzobispo Carlo Maria Vigano, representante del ala más conservadora de la Iglesia, quien acusó a Francisco en una larga misiva, de haber encubierto a sacerdotes abusadores, lo que amenaza con socavar el legado del Papa.
El anuncio ocurrió este miércoles por los principales consejeros cardenales de Francisco y un día antes de que Francisco se reúna con líderes eclesiásticos estadunidenses, profundamente desacreditados debido a las recientes acusaciones de décadas de abusos sexuales en Pensilvania y un escándalo de encubrimiento por parte de la Iglesia católica.
Antes, a principio de año, Francisco enfrentó la que en ese momento parecía ser la peor crisis de su papado, cuando desacreditó repetidamente a las víctimas de abuso por parte del sacerdote pederasta chileno Fernando Karadima y quien habría sido protegido por el obispo de Osorno, monseñor Juan Barros.
La defensa de Barros le valió una ola de críticas y protestas durante su visita a Chile, y al final Francisco admitió “graves errores de juicio” y desde entonces tomó medidas para enmendarse, sancionar a los obispos culpables y reestructurar el episcopado chileno.
Recientemente, Francisco volvió a ser sacudido por las acusaciones de un nuncio jubilado del Vaticano, por haber rehabilitado a un cardenal estadunidense de las sanciones impuestas por el papa Benedicto XVI por haber abusado y acosado a seminaristas adultos.
A la fecha, el Vaticano no ha respondido a las acusaciones del arzobispo Carlo Maria Vigano, pero ha prometido “aclaraciones” que, según se ha anunciado, llegarán en algún momento después de la reunión de Francisco del jueves con la delegación de Estados Unidos.
El martes pasado, el Vaticano dijo que la reunión estaría encabezada por el cardenal Daniel Di Nardo, jefe de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y también incluiría al principal asesor de Francisco sobre abuso sexual, el cardenal Sean O’Malley.
DiNardo ha expresado su deseo de que Francisco autorice una investigación completa del Vaticano sobre el excardenal Theodore McCarrick, quien fue retirado como cardenal en julio pasado después de una acusación creíble de que manoseó a un adolescente.
Supuetsamente, desde el año 2000 el Vaticano sabe que McCarrick invitaba a seminaristas a su casa de playa en Nueva Jersey y a su cama.
En el año 2001, el entonces papa Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Washington y cardenal, presumiblemente porque los funcionarios del Vaticano estaban impresionados por su capacidad para recaudar fondos y consideraban que su actividad homosexual pasada era un mero “lapsus moral” y no un abuso grave de poder.
DiNardo también ha dicho que las recientes acusaciones de que los altos funcionarios del Vaticano -incluido Francisco- encubrieron a McCarrick desde el 2000, merecen respuestas.
Fuente Revista Proceso
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