NIÑO SE QUITA LA VIDA, PRESUNTAMENTE POR PERDER EN FREE FIRE

📌El menor Jasiel tenía 10 años cursaba el quinto de primaria.

📌Su madre Yesica, encontró a su hijo semi hincado, sujeto del cuello con un cinturón cafe que estaba atado a la litera.

📌 Se pasaba horas jugando en el celular.

COMALCALCO. “Mi hijo nooo, ¿porqué Dios? ¿porqué? devuélveme a mi hijo, te lo suplico”, eran los lastimosos gritos que provenían del departamento número Uno en la calle Reforma, donde el pequeño Jasiel, tras perder presuntamente una partida del videojuego Free Fire se quitó la vida al colgarse de la litera. Su madre encontró el cuerpo tras regresar de una cita.

El menor apenas tenía 10 años de edad, cursaba el quinto grado de primaria, vivía con su madre Yesica quien hace algunos años reinició su vida a lado de Gabriel, procreó un segundo hijo. Jasiel se mostraba alegre, era un orgulloso hermano mayor, “adoraba a su hermanito”, comentaron algunas personas que dijeron conocer aquella familia.

EL JUEGO

“Inquieto, preguntón, juguetón y muy amoroso, cualidades como la de cualquier otro niño de su edad, pero al igual que muchos, vivía inmerso en el mundo de los videojuegos; a su corta edad ya se tenía un celular y descargado un sin fin de aplicaciones para jugar, entre ellas el popular Free Fire.

El pasado sábado por la tarde Yesica y su pareja Gabriel, habían decidido salir a cenar al centro del municipio, vistieron al más pequeño e indicaron a Jasiel que se cambiara de ropa, pero este seguía ‘pegado’ en el celular, “nos dijo que se quedaría, que no iba, decidimos dejarlo y no tardar”; narraba la madre a las autoridades que acudieron a la escena de la tragedia.

Cuando la pareja abandonó el departamento serían las seis de la tarde, dos horas después regresa ron con la cena del niño, abrieron la puerta y lo llamaron para que comiera, pero este no contestó; la puerta de su cuarto estaba entre abierta y al fondo se escuchaba el celular.

NO DESPERTÓ

Yesica avanzó entre el pasillo de los cuartos, hablando en voz fuerte, “ya deja de jugar y ven a cenar” fue la indicación; pero al empujar la puerta encontró a su hijo semi hincado, sujeto del cuello con un cinturón cafe que estaba atado a la litera. Trató de avanzar a él, pero perdió fuerza en sus piernas y cayó frente al cuerpo del menor.

“Papi, despierta papi, por favor, despierta mi amor”, le decía la joven madre al tiempo que lo tomaba entre sus brazos y levantaba, pero Jasiel estaba muerto, su cuerpo casi rígido, la breve conversación la escuchó Gabriel desde la sala, pensó que estaba durmiendo, pero se estremeció al escuchar a Yesica gritar “Nooo, Dios mío no, no te lo lleves”.

ℹ️ Tabasco Hoy