Por PATRICIA RODRÍGUEZ CALVA

En México la aplicación de la vacuna contra el Covid-19 podría demorar hasta cuatro años, debido a los trámites regulatorios, advirtió la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).

Lo anterior, a pesar de que las principales industrias farmacéuticas que trabajan en esta inmunización han señalado que la vacuna podría estar lista a más tardar en los primeros meses de 2021.

En conferencia de prensa virtual, el director Médico en Janssen, Eduardo Franco, añadió que el mundo contará con más de mil millones de vacunas para el año próximo y 600 millones de dosis al cierre de 2020, todas aprobadas por las regulaciones internacionales que se destinarán a las naciones que más lo necesiten sin obtener ganancias.

No obstante, añadió que no existe información en torno a la fecha en que puede introducirse la investigación en nuestro país.

“No tenemos todavía claridad, estamos peleando para lograr la operación en México, para poder traer los estudios a México, pero todavía no se ha definido, en tanto tenemos plantas de producción en Estados Unidos y Europa”, indicó.

Por su parte, Fernando Fon, Director médico y de asuntos regulatorios de AMIIF, señaló que la aplicación de una vacuna de recién creación —aprobada internacionalmente—, puede demorar hasta cuatro años en México, debido al proceso de regulación y autorización, establecido por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris),

“En este escenario que es muy positivo, para tener una vacuna registrada en los países que reconoce Cofepris, como pudiera ser el caso de la autoridad en Estados Unidos o la autoridad en Europa, debemos tener claro el camino regulatorio que se tiene que recorrer en México.

“Lo que sabemos hoy en día, lo que ha venido ocurriendo en el histórico, no necesariamente en el entorno de pandemia sino en las experiencias anteriores, es el tiempo en el que un medicamento tiene un registro sanitario hasta estar disponible en las instituciones para los pacientes que lo requieren. Esto puede tomar poco más de cuatro años”, explicó.

El jefe de asuntos científicos y médicos para América del Norte de la división de vacunas de Pfizer, Alejandro Cane, coincidió en señalar que el objetivo de la producción es la accesibilidad de la vacuna.

“Esperamos tener información de inmunogenicidad y de seguridad para compartir con la FDA de Estados Unidos y la EMA en Europa, a finales de septiembre y principios de Octubre de este año, tratando de tener la vacuna disponible para su uso en situaciones de emergencia.

“Las estrategias de vacunación van a depender de cada uno de los países, pero las estrategias que Pfizer adquirió, es para tener la vacuna disponible para los países que más lo necesiten.

“Por lo que se está trabajando directamente con las autoridades regulatorias y con los gobiernos, para tener millones de dosis disponibles hacia fines del 2020 y cientos de millones de dosis en los primeros meses de 2021”, explicó.

La directora Médica de Vacunas de GSK, María Yolanda Cervantes Apolinar, señaló que ante la emergencia mundial que se vive, no habrá ganancias en la producción de las vacunas y el principal reto será que lleguen a todos los lugares donde se necesite.

“Las compañías no vamos a tener ganancias y tenemos que asegurar que la vacuna llegue a quien más lo necesite y a todas las parte del mundo, por lo cual el objetivo principal de GSK es el acceso”.

Al respecto, Alejandrina Malacara, Directora médica de la unidad de Vacunas de Sanofi –Sanofi Pasteur añadió que la clave para enfrentar la pandemia de Covid-19, es la colaboración que se ha realizado entre las diversas farmacéuticas que operan en el mundo para lograr que la vacuna contra el coronavirus sea incluyente.

“Tenemos la expectativa de que a finales de este año y durante 2021, la vacuna estará lista y accesible para quienes más la necesiten”, señaló.