Con una inversión cercana a los 5 millones de pesos, la Administración estatal que encabeza el Gobernador Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid, inauguró a través de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tecate (CESPTE) la línea de conducción del sistema de agua potable Nopalera-Cantú-Fundadores en beneficio de más de 28 mil habitantes.

La Directora de la paraestatal, Patricia Ramírez Pineda, externó que la línea de conducción recién inaugurada tiene una longitud mayor a los mil metros y que permitirá beneficiar a más de 28 mil 800 habitantes de la zona Este de Tecate.

Informó que para llevar a cabo esta importante obra se requirieron 460 metros de tubería de acero soldable de 12 pulgadas de diámetro y de 630 metros de tubería de PVC de 12 pulgadas de diámetro, para lo cual se destinó una inversión total de 4 millones 934 mil 582 pesos.

La funcionaria estatal explicó que el proyecto contempló la construcción de desfogues, los cuales permitirán realizar las reparaciones de las tuberías de agua potable de manera más rápida, en el momento de eventualidades, como puede ser una fuga.

Mencionó que también se instalaron válvulas de expulsión de aire en los puntos altos de la línea de conducción, para así evitar la creación de burbujas de aire en las tuberías y con ello establecer las condiciones necesarias para un flujo constante del sistema de agua potable, lo que contribuye a evitar posibles daños por la formación de vacío.

Ramírez Pineda agregó que, como parte de esta obra, también se construyó una reductora de presión para controlar las presiones que van hacia los tanques Fundadores y Cantú.

“Esta línea de conducción tiene su origen en la principal planta potabilizadora de Tecate, Nopalera, es el primer punto de la zona urbana a donde llega el agua del Río Colorado y que constituye nuestra principal fuente de abastecimiento y del cual tenemos una dependencia del 80%”.

Explicó que con la inauguración de la nueva línea de conducción del sistema de agua potable se resolverá una situación que comúnmente se presentaba, pues en los últimos 4 años la demanda de agua potable de la población de la zona urbana había generado un mayor consumo, sobre todo en épocas de verano, situación que se reflejaba como una problemática para el llenado de los tanques de regulación Cantú y Fundadores.