ESCRITO REALIZADO POR MARLENE ROJAS, COACH EN HÁBITOS ALIMENTICIOS.
En nuestro cuerpo tenemos cinco principales vías de eliminación: el colon, que elimina desechos y toxinas por medio de las heces, los riñones, los filtros de líquido de nuestro organismo; la piel, que elimina toxinas por medio de la sudoración; el hígado, que filtra material tóxico para neutralizarlo y llevarlo al sistema circulatorio, y los pulmones, que nos ayudan a eliminar toxinas mediante el dióxido de carbono y los gases exhalados. Pero aun teniendo tantos órganos excretores, si el colon se encuentra sucio, las demás vías se congestionan y comienzan a presentar problemas.
Limpiar esta vía es primordial, por eso los hábitos que te recomiendo se enfocan particularmente en mejorar la digestión y desintoxicarte. Al renovar tu salud intestinal, también se limpia tu piel, cambian los olores de tu cuerpo y te sientes mucho mejor, pues descongestiona el tráfico pesado de toxinas que tengas. Si bien nuestro organismo vive en un estado de desintoxicación natural constante, debemos apoyarlo. Vivimos actualmente en un mundo donde respiramos, comemos, bebemos y nos untamos químicos tóxicos, por lo que resulta imposible que el cuerpo se ponga al día con este proceso, además de que no sirve de nada si nosotros le metemos más y más toxinas de las que puede liberar.
La eliminación intestinal o las evacuaciones son necesarias, pues las toxinas que no se eliminan forman una placa espesa que se adhiere a nuestra pared intestinal, volviendo el proceso excretor todavía más difícil y permitiendo malamente que las toxinas se reabsorban por las mismas paredes intestinales. Muchas personas consideran normal, incluso saludable, tener una sola evacuación al día, pero lo ideal sería evacuar el mismo número de veces que comemos en el día. De no ser así, entonces acumulamos la materia fecal, impedimos la absorción de nutrientes a través de las paredes intestinales y limitamos el espacio disponible en el colon, agregando problemas de estreñimiento y hemorroides a toda la situación. Evacuar adecuadamente es uno de los primeros puntos que se corrigen al agregar alimentos naturales en nuestra dieta diaria.
No nos gusta mucho hablar de este tema, puede ser incómodo, pero es la clave para nuestra salud. Una evacuación saludable debe tener un color claro, salir fácilmente y tener un olor moderado, que no te haga salir huyendo. La eliminación es vital para tener un organismo en equilibrio, así que pon especial atención a este proceso. Debemos eliminar toxinas de origen interno y externo, así que si tienes problemas para evacuar, es un problema muy serio.
Ya estamos en el entendido de que es necesario evacuar al menos una vez al día, pero ¿qué hacer si estás estreñido? Si las hidroterapias de colon no son una opción para ti, te recomiendo que evites totalmente los alimentos altamente procesados, en especial las harinas refinadas, que son las principales causantes del estreñimiento generalizado de hoy. De nada sirven los remedios o fibras que tomes si sigues consumiendo lo que se sigue quedando atorado. Considera que una mala alimentación y la falta de movimiento forman una línea directa hacia los problemas de estreñimiento, así que consume alimentos naturales y bebe mucha agua.
Si lo consideras necesario, puedes también ayudarte con algunos remedios, pero naturales. Prueba alguno de estos, considerando que van escalonados en cuanto a la severidad del estreñimiento:
- Remoja dos cucharadas de chía en medio vaso de agua durante cinco minutos y bébelo antes de dormir y en la mañana. Si es necesario, tómala también antes de comer.
- Licua dos cucharadas de chía y dos cucharadas de linaza en medio vaso de agua, déjalo reposar durante cinco minutos y bébelo antes de dormir y por la mañana. Si es necesario, tómala también antes de comer.
- Toma una cucharada de aceite de oliva extra virgen de primera extracción en frío antes de dormir y en la mañana, te ayudará a lubricar el tracto intestinal.
En conclusión, cuando no evacuas regular y eficientemente, todo se queda en tu colon, así que literalmente estás lleno de materia fecal. No suena bien, no está bien y no te hace bien. Es un paraíso para gérmenes, virus, toxinas, hongos, bacterias y parásitos, además de que esa materia fecal debilita tu sistema digestivo, causando gases, inflamación, mala absorción de nutrientes, fallos en el metabolismo y más estreñimiento todavía, suprime tu sistema inmunológico, desplaza a las bacterias benéficas de la flora intestinal. Es entonces que las enfermedades comienzan a manifestarse; por ello, no es extraño que las enfermedades autoinmunes sean tan usuales actualmente si el sistema inmunológico está totalmente afectado.
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