Cinco golpes en la cabeza bastaron para acabar con la vida de Anthony Wilson, de 23 meses de edad, quien murió en Palmdale, California, Estados Unidos, después de permanecer hospitalizado durante 41 días el 5 de octubre de 2014; el 20 de agosto, su madre y el novio de ella han sido condenados a cadena perpetua por este asesinato.

Brandon Williams, de 27 años, fue quien golpeó de forma repetida al pequeño, por lo que ha sido sentenciado a cadena perpetua por asesinato en primer grado, torturas y agresiones.

Por su parte, la madre de Anthony, Rosie Lee Wilson, de 23 años, también pasará el resto de su vida en prisión tras ser declarada culpable de asesinato en segundo grado y abuso infantil, de acuerdo con la oficina del fiscal del condado de Los Ángeles.