Siete marines del Ejército estadounidense están sin localizar después de que el buque militar en el que viajaban, el destructor USS Fitzgerald, colisionara con un barco de transporte de mercancías filipino. El choque ocurrió en la madrugada del sábado a unos 100 kilómetros de la ciudad japonesa de Yokosuka, cercana a Tokio, por causas que aún se desconocen. Los guardacostas siguen buscando a los desaparecidos, mientras que tres otros marines, entre ellos el comandante del destructor, resultaron heridos y fueron evacuados.
Según informa la agencia japonesa Kyodo, los tres heridos han sido trasladados a un hospital militar estadounidense y se encuentran estables. El suceso ocurrió aproximadamente a las 02.30 hora local del sábado (17.30 GMT). Según las imágenes ofrecidas por las cadenas de televisión en Japón, el destructor estadounidense sufrió gran parte de los daños tras el accidente en su lado estribor. «El USS Fitzgerald resultó dañado por encima y por debajo de su línea de flote», especificó la Flota del Pacífico en un comunicado recogido por France Presse. «Sigue funcionando con su propio motor, pero su propulsión es limitada».
El carguero filipino, llamado ACX Crystal, es bastante más grande que el destructor estadounidense y sufrió daños menos severos en la proa. Su tripulación, de unas 20 personas, salió ilesa del accidente. En el buque, de 222 metros de largo y un peso de casi 30.000 toneladas, ondea la bandera filipina pero está operado por la naviera japonesa Nippon Yusen K.K. El barco transportaba mercancías desde el puerto de Nagoya hasta el de la capital, Tokio.
Los guardacostas japoneses enviaron cinco navíos, dos aviones y un equipo de emergencias a la zona para contribuir a las tareas de búsqueda de los desaparecidos, mientras que el Ejército estadounidense también desplazó a la zona otro destructor, un barco especializado en asistencia médica y dos remolcadores.
El USS Fitzgerald se dirigía a la ciudad de Yokosuka, situada en la bahía de Tokio y donde el ejército estadounidense tiene una base naval. El buque militar forma parte del escuadrón de destructores número 15 y opera normalmente en el Pacífico y en el Mar de Japón. Entre sus cometidos está en control y envío de información sobre las constantes pruebas de misiles balísticos que realiza Corea del Norte. Está equipado con el avanzado sistema de armamento Aegis, con un potente radar y la capacidad de interceptar misiles.
La Guardia Costera de Japón aseguró a través de uno de sus oficiales, Yutaka Saito, que las condiciones meteorológicas en el momento del choque eran buenas. Sin embargo, también advirtió de que la zona es una vía marítima muy transitada por estar cerca de los puertos de mercancías de Tokio y Yokohama. «El volumen de barcos es significativo en el área y han ocurrido accidentes con anterioridad», aseguró Saito a la televisión japonesa NHK. La cadena informa asimismo que el enorme buque de contenedores hizo un giro brusco momentos antes de la colisión.
La Guardia Costera está investigando el suceso junto a la Marina estadounidense y procederá a interrogar a los miembros de la tripulación de ACX Crystal ante la posibilidad de que se haya tratado de una negligencia profesional. La naviera japonesa que opera el barco accidentado aseguró en un comunicado que «cooperará plenamente» con la investigación.
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