Deberías casarte con mi esposo. Así se titula la carta que la escritora Amy Krouse Rosenthal, de 51 años, publicó el domingo en The New York Times, también traducida al castellano.
El cáncer de ovarios que le detectaron en 2015 cambió su vida y la manera de entender el tiempo que le quedaba con los suyos. Ahora, con la «fecha límite» demasiado «cerca», ha decidido llevar a cabo un gesto de amor sin precedentes: contarle al mundo lo sencillo que es enamorarse de él. «He estado casada con el hombre más maravilloso durante 26 años. Planeaba que fueran al menos 26 más», escribe y añade: «Es fácil enamorarse de él. A mí me llevó un día».
En la carta, que le ha llevado un tiempo escribir debido a «la morfina y la falta de hamburguesas jugosas», cuenta el inicio de la historia de amor con el padre de sus tres hijos, que se remonta a finales de la década de los 80, cuando con 24 años acudió a una cita a ciegas.
La química fue tal que ella solo necesitó unas horas para saber que quería casarse con él. «Jason llegó a esa conclusión… un año después», bromea.
Es entonces, una vez hechas las presentaciones, cuando desvela su plan. Aunque jamás ha utilizado las aplicaciones de citas para ligar, eso no le ha impedido abrir una cuenta para llevar a cabo su regalo de San Valentín. «Nunca he estado en Tinder, eHarmony ni nada así, pero voy a crear un perfil general de Jason, hecho a partir de mi experiencia con él tras 9490 días de vivir en la misma casa». Así, empieza por lo básico: «Mide 1,78 cm, pesa 72 kilo, tiene ojos color avellana y cabello entrecano» y continúa con el resto de detalles. «Se viste bien. Está en forma y disfruta ejercitándose. Si nuestro hogar hablara, diría que Jason es asombrosamente habilidoso. Cuando se trata de comida… este hombre sabe cocinar». Y así una larga lista de etc.
La escritora se deshace en elogios con cada nuevo párrafo. Pinta, disfruta de la música en directo, es «un gran padre» y el mejor acompañante de viaje. «Quiero tener más tiempo con Jason. Quiero tener más tiempo con mis hijos (…) Pero eso no va a suceder. Probablemente, solo me queden algunos días como persona en este planeta.
Entonces, ¿por qué hago esto?», se pregunta. Para ella, el regalo más genuino que puede darle es que la «persona apropiada lea esto, busque a Jason y empiece otra historia de amor». La carta concluye así: «Dejaré este espacio en blanco a propósito, para que tú y él puedan tener el nuevo comienzo que merecen. Con todo mi amor, Amy».
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