ESCRITO REALIZADO POR MARLENE ROJAS, COACH EN HÁBITOS.
El embarazo es realmente el comienzo de la vida para los bebés y una excelente motivación para cambiar los malos hábitos o continuar con los buenos. Cualquier problema de salud o mal hábito que la mujer tenga durante su embarazo repercutirá en el bebé de manera directa o indirecta, así que consumir frutas, verduras, agua natural y proteínas de calidad, así como hacer ejercicio de intensidad moderada regularmente serán la clave para la salud de la madre y del bebé. Entre los mejores hábitos para mujeres embarazadas se encuentran:
Toma jugo de verduras. Es una opción excelente para asegurar el consumo de verduras, mantenerte hidratada, llenarte de vitaminas y enzimas, y mejorar tu digestión, entre muchos otros beneficios.
Consume sal de mar. Elimina la sal procesada y refinada que te hará retener líquidos y puede causarte problemas con la presión. Elige mejor la sal de mar, pero con moderación.
Haz varias comidas pequeñas durante el día. Te ayudará con la indigestión normal provocada primero por las hormonas y después por el desplazamiento del estómago ante el tamaño del útero. Consume también enzimas digestivas para asimilar mejor los alimentos. Puedes tomar la punta de una cucharadita de bicarbonato para la acidez, pero no pases de una cucharada al día ni tampoco la consumas todos los días. La acidez y la indigestión pueden preverse, no sólo corregirse, así que procura comer poco, sin mucho picante y sin alimentos ultrapasteurizados.
Camina, camina y camina más. En el embarazo, el ejercicio es importante, pero no debe fatigarte ni presentar un gran esfuerzo. Si nunca practicaste ejercicio regularmente, caminar te ayudará, pues en el embarazo no es momento de empezar a correr ni hacer ejercicios extenuantes. Por otra parte, si ya practicabas ejercicio normalmente, entonces tu cuerpo está adaptado y podrá seguir haciéndolo bien; sin embargo, en este tema tu doctor es tu mejor consejero, pues conoce tu caso en particular.
¿Antojos?. Te recomiendo beber licuados dulces, con endulzantes naturales, e inventar muchas combinaciones nuevas, altas en nutrientes, que te ayuden a ti y a tu bebé. Es una buena forma de mitigar los antojos derivados de deficiencias nutricionales. Ten en mente que los antojos son normales, pero sigue la ruta que ya conoces para determinar si realmente es antojo o si es sed.
Medita. Te ayudará a reducir tus niveles de estrés, descansar mejor y conectarte con tu bebé.
Toma mucha agua natural. Aún si no tienes sed, en el embarazo requieres que tu ingesta de agua sea la mejor. Tomar agua a primera hora de la mañana y en ayunas es uno de los mejores hábitos que puedes tener.
Hidrata tu piel. Ya sea que se trate de estrías o de comezón, lo ideal es aplicar aceite de coco y de oliva para hidratar. Realmente, las estrías tienen que ver con tu calidad de piel y con el tamaño de tu bebé, pero puedes ayudar comiendo muchos alimentos naturales y tomando agua para que tu piel esté en buenas condiciones.
Asiste a cursos prenatales. De esta manera tendrás información muy valiosa, te sensibilizarás respecto a la etapa tan maravillosa que estás viviendo y podrás involucrar a tu pareja en el proceso, así como tomar decisiones informadas respecto al parto, la lactancia y la crianza con apego. El embarazo es un trayecto de muchos cambios y te aseguro que te gustará sentirte apoyada y estar con más parejas en la misma situación.
Sé prudente. No estás enferma, estás embarazada, pero cuidarte es la clave para llevar un embarazo saludable. Así como no quieres hacer de pronto cosas que antes no hacías, por ejemplo, ejercicio extenuante o volverte vegetariana, tampoco hagas algo sobre lo que intuyas un riesgo.
Evita los alimentos altamente procesados. En la medida de lo posible, no comas productos que sólo te harán ganar peso extra, que te llenarán de aditivos nada recomendables para el bebé ni para tu presión arterial y que pueden impactar en el estreñimiento normal del propio embarazo.
Disfrútalo. El embarazo realmente sólo dura unos cuantos meses y se pasa muy rápido. No lo sufras; qué mejor razón puede haber para cambiar de hábitos que traer una persona a este mundo.
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