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ESCRITO REALIZADO POR PSICÓLOGA MICHELLE DELGADO TORRES

La felicidad es un gozo interno, es algo que nace y proviene desde adentro y se encuentra en cada niño, no es algo que se obsequie como un regalo, ni algo que se compre o reemplace. La felicidad puede ser enseñada y guiada para demostrar al niño como ser feliz. Por ejemplo a través de: amor incondicional expresado por los padres, nutrir su olla emocional con halagos, cariño y motivación, centrándose en las capacidades y recursos más sobresalientes en el niño para aumentar su autoestima que es el amor que experimentará por el mismo.

No necesitas ser un experto en salud mental, psicología o desarrollo infantil para fortalecer el autoestima de tu hijo y reforzar su fuerza interior que lo ayudara en los altibajos cotidianos a los que se enfrentara en la vida. Se requiere del amor, paciencia, flexibilidad, actitud de apertura y disponibilidad para ofrecer herramientas que generen bases firmes de amor propio, aceptación y confianza en sí mismo.

Aunque conoces bien a tu hijo/a en ocasiones puedes preguntarte si es feliz, si se sentirá contento y pleno, si le hará falta algo en especial, incluso podrías llegar a cuestionarte si lo que estás haciendo lo está conduciendo a ser una persona saludable y feliz.

1. Aprende a leer las emociones de tus hijos.

Observa y escucha el comportamiento y las emociones de tus hijos, ellos te harán saber cómo se está sintiendo internamente, emocionalmente y si están siendo felices plenamente.

Señales de felicidad en los niños: juegan, ríen, hacen amigos con facilidad, se muestran llenos de energía, expresan con facilidad lo que piensan y cómo se sienten, no necesita estimulación constante, etc.

Señales de un niño desdichado: se muestra retraído, callado, no come mucho, se le dificulta involucrarse espontáneamente con otros niños, no juega, no sonríe, no se muestra curioso por su entorno, habla muy poco, el enojo es una constante en su diario vivir, etc.

Acércate y conoce el temperamento y la personalidad que tu hijo va desarrollando para que puedas darte cuenta de las señales que demuestra cómo está experimentando su vida. Todos los niños son únicos y cada uno a su manera te enviara y señalara el camino para conocerlo mejor y saber lo que está sucediendo con ellos en su mundo interno y externo.

2. El mundo es más divertido si lo descubrimos juntos.

En ocasiones los papás se desesperan y frustran por la falsa idea que tienen sobre la felicidad de los niños, ya no saben que mas comprarles o a que lugares divertidos podrían llevarlos. La felicidad de los niños se encuentra en lo más sencillo y eso eres tú. La felicidad para ellos es compartir tiempo con sus padres, que estos se interesen por sus gustos, que jueguen con ellos, que los acompañen a explorar y crear aventuras juntos. Las primeras experiencias de juego y exploración del entorno siempre dejan un mejor sabor de boca y satisfacción cuando son los padres los que acompañan a los hijos a conocer y descubrir el mundo. Crea en ellos seguridad, confianza y experiencias que no serán fáciles de olvidar. Observa a tu hijo, realmente crees que desea ese juguete tan caro, ir a ese lugar de juegos a pasar horas frente a una máquina muerta que solo responde si le ofrece dinero, o lo percibes más feliz cuando llegas y le haces cosquillas, cuando lo invitas al parque a andar en bicicleta o cuando le platicas tus momentos de niñez más significativos.

No hay nada más importante para ellos que compartir el tiempo con ustedes, jugar con ustedes, reír con ustedes y gozar de su cariño. Los regalos se disfrutan y mucho, pero suelen ser alegrías pasajeras, cuando crezcan recordaran las anécdotas que crearon en familia.

3. Presta atención a sus talentos y ayúdalos a perfeccionarlos.

Observa a tus hijos, cuáles son sus intereses, qué es lo que más disfrutan hacer, pueden ser ellos mismos a través de las cosas que les gusta realizar, identifica para que son muy buenos y al mismo tiempo los haga sentir plenos y felices. Una vez que te des cuenta de sus talentos, apóyalos, nútrelos y ayúdalos a invertir en ello.

Los niños experimentan felicidad cuando dominan algo, cuando saben que son muy buenos haciendo algo y además lo disfrutan, por eso es importante apoyarlos para pulir y mejorar cada vez más sus talentos. El reconocimiento y la confianza en sí mismos son parte esencial de la felicidad, entre más experto sea en lo que hace y disfruta, aumentará la sensación de éxito, bienestar y seguridad.

4. Niños sanos, niños felices.

Cultiva hábitos saludables en tus hijos, por ejemplo: sueño de calidad, ejercicio, comida saludable son esenciales para gozar de buena salud y bienestar.

Cuando los niños tienen horarios establecidos para hacer las diferentes actividades del día, como la hora de ir a dormir, si se crea un hábito experimentar seguridad y bienestar porque saben lo que va a suceder. Enseñarlos como funciona su cuerpo y cómo podrían sentirse cuando tienen un descanso de calidad los alentara para continuar llevándolo a cabo.

El ejemplo de una vida saludable es muy importante, de esta manera no les será difícil adaptarse a ella, evitará que caigan en la incongruencia y creará las bases de un mejor futuro para ellos.

5. Si yo creo que puedo, ¡puedo hacerlo!

Confía en su iniciativa, permíteles intentar resolver sus problemas, evita darle las respuestas y resolverle todos los conflictos que se encuentren a su paso, dales la oportunidad de sentirse capaces de lograr resolver sus propias situaciones, si no sale tan bien en un principio o como tu esperabas, no te preocupes, entre más veces tenga la oportunidad de resolverlo, lo hará cada vez mejor, además de incrementar la seguridad en sí mismo y su autoestima. Equivocarse está bien, les enseña a perfeccionar su técnica, disminuye el estrés y presión que pudieran desarrollar para sí mismos en el afán de ser perfectos, cuando lo único que se requiere es hacer lo mejor que ellos puedan.

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