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En mayo de 2019, la Organización Mundial de la Salud incluyó al Síndrome de Burnout en la Clasificación Internacional de Enfermedades. Consiste en un desgaste físico y emocional asociado a la actividad laboral. El personal de salud que está al frente de la atención de pacientes con Covid-19 ha reconocido síntomas asociados a esta enfermedad.

<<Todo el tiempo tengo ansiedad, a veces insomnio…>>

<<Estoy muy estresada y ansiosa, además de que no es sencillo traer durante el turno completo el equipo de protección…>>

<<Tengo una mezcla de enojo, tristeza, angustia y agotamiento…>>

<<Al estar en contacto con pacientes en el área Covid sentimos miedo, porque podemos contagiarnos a pesar de todas las medidas que se tienen…>>

<<Me fatigo, me falta el aire, al tener todo el equipo de protección puesto…>>

Son palabras de trabajadores de la Salud. Trabajan en hospitales que a pesar de no ser hospitales Covid, recibimos a los pacientes con estas características, que en este momento estamos enfrentando una etapa crítica de contagios ya que la población aún piensa que esto no existe y hacen caso omiso de las recomendaciones de las autoridades federales y por tanto el número de casos que llegan al área de urgencias ya sea por su propio pie o referidos de algún hospital privado, no ha bajado sino todo lo contrario y esto impacta en la salud mental de los trabajadores sanitarios que enfrentamos directamente a estos pacientes. Los síntomas asociados al síndrome de Burnout, se repiten entre médicos y enfermeras de hospitales públicos y algunos privados ya que atendemos a pacientes de la epidemia, que cada día como lo mencione, son más frecuentes.

El Burnout es el síndrome de cansancio mental y la fatiga de compasión que se materializa en esta sensación de desesperanza(…) El personal de salud que ya está muy agotado o tiene este síndrome de fatiga por compasión de tanto estar atendiendo, les da esa sensación de desconcentración en el trabajo, como de andar perdid@, enojad@ y que puede ser un factor que luego se traduce en depresión o somatización de síntomas ya existentes pero que se habían pasado por alto.

El síndrome de Burnout -que fue incluido en 2019 en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos- se suma a la estigmatización que sufre el personal de salud por parte de personas que los consideran un factor de riesgo.

Una enfermera de un Hospital Público en este municipio de Tecate, quien solicitó anonimato, es quien en esta pandemia, se ha encargado de limpiar y preparar material para la atención de los pacientes. Experimenta una sensación de constante miedo. <<El miedo de llegar a contagiarse y afectar a tus familiares a quienes tienes en resguardo protegiéndolos. La tristeza de ver cómo los pacientes llegan en muy mal estado y que algunos llegan a fallecer.>>

El desgaste físico y mental se extiende en todas las áreas de atención de los hospitales reconvertidos o no, para la atención de los pacientes en esta pandemia. Luis, trabaja en un hospital privado, (no en Tecate) donde cada día se intensifica el ingreso y la gravedad de los pacientes. Comentó… <<Llegan prácticamente con escaso oxígeno, llegan muy graves y se les tiene que dar una atención inmediata…Hay días en que han llegado uno tras otro, eso ocasiona un desgaste físico y emocional…>>

Las extensas jornadas de trabajo se reflejan en las marcas que deja el equipo de protección en los rostros de médicos y enfermeras que se enfrentan también a otra enfermedad: el síndrome de estrés agudo.

Este personal tiene que enfrentar a los familiares al tener que dar la noticia que su paciente falleció o que se tendrá que intubar (Conectar al paciente a un aparato para que haga las funciones de sus pulmones), tienen que enfrentar la condición que todos los médicos tenemos frente a la muerte de nuestros pacientes. Este es el panorama del personal de salud, principalmente enfermeras y médicos, pero también camilleros, personal de laboratorio, intendencia que está viviendo algo que llamamos síndrome de estrés agudo.

Opciones de atención

Para atender la salud mental de médicos y enfermeras en el país, el Consejo Nacional de Salud Mental, en conjunto con la UNAM, creó una plataforma digital para someternos a un tamizaje psicológico y detectar riesgos. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, 6 mil personas han realizado la prueba, de las cuales el 50% ha recibido algún tipo de atención.

Los casos más graves fueron canalizados hacia instancias especializadas, de ser necesario reciben una atención en crisis severas. Pero pocos se atreven a externar sus emociones.

Siendo realistas, el personal de salud, no acepta o no aceptamos el daño mental que nos ocasiona atender a estos pacientes. Tenemos este prejuicio que los problemas de salud mental se resuelven con actos de voluntad, es decir yo voy a salir solo, yo soy fuerte, que es eso de estar deprimido o ansioso, o simplemente no tenemos o nos damos el tiempo de acudir a la atención.

Hago mención que los trabajadores de la salud no somos heroes, no nos llamen así, ya que con eso se deshumaniza la labor que realizamos y ante todo, debe quedar claro que al igual que todos, somos seres humanos que trabajamos con lo que tenemos, con las carencias y las dificultades técnicas a las que nos enfrentamos, para poder ayudar al paciente a que salga adelante, que sufrimos emociones alteradas por atender a los pacientes en esta pandemia, arriesgando a los nuestros o teniendo que separarnos de ellos para ponerlos a salvo de nosotros mismos ya que no sabemos quien es portador asintomático y pudiera infectarnos más que algún paciente.

Podemos pensar en los médicos, enfermeros, paramédicos, entre muchas otras personas que actualmente realizan actividades con alto riesgo de contagio como héroes y heroínas, pero me parece que en este momento más que nunca es necesario pensarlos como personas trabajadoras que bajo ninguna circunstancia deberían desempeñar sus actividades en condiciones precarias o inseguras.

La Organización Mundial de la Salud ha señalado que durante la pandemia y tras la crisis sanitaria, <<la salud mental debe estar al frente, en el centro de la respuesta y recuperación de todos los países, y antes que el bienestar de todas las sociedades enteras.>>

En China, país donde se originó el brote del coronavirus, un estudio de JAMA Open Network aplicado a mil 257 trabajadores de la salud de 34 hospitales mostró que 7 de cada diez médicos y enfermeros tratados, experimentaron síntomas de angustia, 5 de cada diez, tuvo síntomas de depresión y 3 de cada diez tuvo insomnio.

La razón principal de la angustia, se debió a que el personal analizado, carecía de equipo de protección personal, según expone el estudio. Esta situación también ha impactado al personal de salud de México, del estado y claro que de nuestro municipio también, solo que aún no hay un estudio que permita conocer el impacto de la pandemia en la salud mental del personal sanitario.

Por lo anterior expuesto y tratando de que la población conozca un lado que quizá desconocía, se les recomienda que hagan caso a las indicaciones de nivel federal, quienes son los expertos en el tema y debemos cuidarnos todos, sino es por ti, hazlo por los nuestros, por los tuyos, quédate en casa, si tienes que salir trata de que sea algo esencial, de lo contrario no te arriesgues ni arriesgues a los tuyos y claro, no nos arriesgues a nosotros, si no es una urgencia no acudas al hospital en donde tenemos a pacientes con sospecha de covid y con eso te pones en riesgo tu y a los tuyos.

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