Hoy estamos a tiempo, a tiempo de hacer una pausa, observar nuestro alrededor, ver a nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, las familias de las personas que apreciamos y también revisarnos a nosotros mismos. Es tiempo de reflexionar, crear conciencia y actuar en beneficio de todos.

¿Cómo estoy viviendo?, ¿Cómo es la relación entre los miembros de mi familia?, ¿Lo que estoy haciendo, pensathumbnail_PUNTO Y APARTE (vers vertical)ndo y sintiendo me acerca a ellos o me aleja?, ¿Cómo se siente mi familia?, ¿Cómo es mi actitud con mis amigos y compañeros de trabajo?, ¿Puedo decir que mi familia y yo tenemos buenos amigos y red de apoyo?, ¿Cómo soy de amigo, ayudo, apoyo o me alejo ante las dificultades?, ¿Cuándo alguien solicita mi ayuda, apoyo realmente?, ¿Cuándo conozco que alguien cercano tiene un problema, me intereso y ofrezco mi apoyo?, ¿Cómo es mi actitud cuando conozco que mis vecinos o compañeros de trabajo están pasando por una dificultad?, ¿Me intereso y ocupo en ser solución para disminuir los problemas sociales?, ¿Creo que los problemas de los demás, son suyos solamente?, ¿Cambia mi estado de ánimo cuando recibo una noticia en donde alguien perdió la vida?, ¿Creo que los problemas de violencia son ajenos a mí?, ¿En algún momento ha pasado por mi mente que puedo ser parte de la solución a los problemas sociales?.

Actualmente la sociedad está experimentando cambios a pasos agigantados, se encuentra en constante transformación y dentro de esos cambios las familias también están evolucionando, estén preparadas o no para enfrentar los nuevos retos, las pruebas se van presentando y no precisamente por orden de dificultad o una en una. Aunque podemos percibir a los periodos de cambio como algo positivo y que están allí para ayudarnos a crecer y adquirir nuevos aprendizajes, este grupo de personas (la familia), se encuentra enfrentándose a nuevas realidades, necesidades, formas de funcionamiento y procesos muy distintos a los que estaban acostumbrados.

Situación que genera crisis, confusión y frustración en las familias, sobre todo a los líderes (padres, madres o tutores), quienes se encargaran de guiar e instruir en los nuevoSANCARLOSs métodos a quienes dependen de ellos. En este proceso de asimilación y acomodación se puede dejar de lado lo que anteriormente era prioridad, por ejemplo: la convivencia, valores, comunicación, la ocupación en el desarrollo integral de los miembros, tiempo de calidad, educación, crianza, entre otros. Entonces los miembros dentro de este proceso de cambios continuos, comienzan a desconectarse entre sí, a separarse y a generar un espacio muy grande que trae consigo; desconexión, desinterés, poco apoyo y compresión, ahora casi deja de existir aquello en común que los mantenía unidos entre sí; el amor e interés por el otro pasa a segundo término.

Aunque no es algo que la familia quisiera que pasara, el protocolo de vida actual está exigiendo otras cosas, por ejemplo, que: ambos padres trabajen, que procuren tener más de un empleo (porque sólo así alcanza), las escuelas se convierten de tiempo completo, además hay que proporcionarles actividades extraescolares, más la rutina extenuante, etc. Para todo hay que hacer tiempo. ¿Y la familia, cuando tiene su momento para reencontrarse después de toda esta lista de quehaceres, convivir y fortalecer sus lazos?

Detengámonos a analizar; si esto le sucede a una familia y la sociedad está conformada por familias, ¿Cuántos grupos de personas se encuentran atravesando por este proceso de cambios o situaciones similares?.

La desconexión, la falta de tiempo de calidad, el desinterés y el poco o nulo apoyo a las situaciones de cada miembro, los lleva a experimentar: soledad, tristeza, baja autoestima, ansiedad y síntomas de depresión, originando pensamientos y un estado de ánimo inadecuados, carentes de bienestar, haciéndolos sentirse incapaces, desprotegidos, sin sentido de pertenencia y vulnerables, encontrándose expuestos a cualquier riesgo: físico, emocional y psicológico.

Actualmente uno de los problemas sociales, que está aquejando a la sociedad, e incrementando a grandes pasos, alertando a las instituciones y las familias a tomar acción es EL SUICIDIO. Problema que no solo afecta a la persona que lo lleva a cabo, sino que deja secuelas permaMR ANUNCIO-1nentes y dolorosas en los grupos inmediatos de la persona: familiares, amigos, seres queridos, etc.

Anteriormente las investigaciones arrojaban que el suicidio era una situación exclusiva en los grupos vulnerables: bajos recursos, adicción y abuso de sustancias, discapacidad, preferencia u orientación sexual, discriminación a migrantes, entre otros. Aunque continúan siendo poblaciones vulnerables existen otros grupos que se están agregando incrementando y rebasando el número de los anteriores.

La población de niños y adolescentes, se está viendo afectada gravemente, actualmente cada vez es mayor el número de casos de suicidio. Es preocupante y alarmante para la sociedad darse cuenta de los hechos ocurridos ya que nos lleva a pensar: ¿Qué está pasando?, ¿Qué problemas podrían estar atravesando para hacerlo?, ¿Qué está sucediendo en los niños y adolescentes? Se podría decir que son más los casos en adolescentes y que los casos irán incrementando, pero no es algo que debamos normalizar. Es un problema grave que requiere de nuestra atención, interés y acciones a nivel colectivo-social.

Factores de riesgo actuales:

– Familia disfuncional.

– Relaciones familiares inadecuadas o inexistentes.

– Situaciones estresantes: divorcio (separación de los padres), problemas económicos, muerte de un ser querido, etc.

– Violencia familiar.

– Baja autoestima y pobre autoconcepto.

– Necesidades básicas y afectivas inexistentes.

– Desorganización familiar.

– Estilo de crianza permisivo (sin límites) y autoritario.

– Trastornos mentales.

– Bullying.

– Falta de sentido de pertenencia. (grupos de amigos, deportes, actividades recreativas, etc.).

– Falta de red de apoyo.

– Antecedentes familiares de suicidio.

¿Cómo prevenir las conductas suicidas en el núcleo familiar?

Existen métodos para poder abordar el suicidio y tratar de erradicarlo para conservar la vida y mejorar su calidad. Pero la solución más efectiva e importante es el amor, interés, valores, comprensión, orientación y apoyo que dentro del núcleo familiar se pueden desarrollar y así asegurar el bienestar integral de todos y cada uno de sus miembros. Muchas de las raíces del suicidio son: la carencia de cuidados, amor, falta de atención y baja autoestima. La familia, nuestro hogar es el primer espacio en donde se promueven estos aspectos tan importantes que fungen como el sistema inmune y base integral del ser humano.

Pautas para prevenir en familia el suicidio:

– Aceptación incondicional por los miembros de la familia.

– Amor incondicional. (Te amo solo por ser quien eres, no por lo que quiero que seas).

– Contacto físico. (abrazos, caricias, besos, etc.).

– Comunicación asertiva.

– Crear confianza y unidad.

– Escuchar activamente las opiniones, situaciones o inquietudes.

– Promover valores como: amor, respeto, tolerancia y comprensión.

– Desarrollar empatía.

– Aprender la habilidad de la resiliencia.

– Promover bienestar en todas las áreas a través de su ejemplo: salud física, mental y emocional.

– Permita la expresión, desahogo y canalización del estado de ánimo: ¡Acompañe las emociones de sus hijos!

– Participe en las actividades familiares y escolares.

– Mostrarse disponibles, abiertos y flexibles.

– Orientar y guiar a los niños y adolescentes en sus dudas y cuestionamientos.

– Observar la conducta y estado de ánimo de los niños y adolescentes.

– Evitar permitir que síntomas como ansiedad y depresión aumenten sin control.

– Fomentar relaciones de calidad con familiares y amigos.

– Generar una red de apoyo que promueva y se interese por el bienestar de los miembros.

Además de los sociólogos y psicólogos especialistas en el tema, actualmente existen personas que están despertando a la idea de que el suicidio no es un problema exclusivo de la persona y su familia, también involucra a la sociedad como parte importante del desarrollo del ser humano y su corresponsabilidad en los problemas sociales.

¿EL SUICIDIO ES UN PROBLEMA EXCLUSIVO DE LA PERSONA O FAMILIA EN DONDE SE SUSCITA?

O consideras que: “EL SUICIDIO ES UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA Y LA SOCIEDAD JUEGA UN PAPEL IMPORTANTE TANTO EN SU ESTIMULACIÓN COMO EN LA SOLUCIÓN Y PREVENCIÓN DEL MISMO”

Te invito a reflexionar las preguntas anteriores…

Cada grupo familiar tiene al menos de 3 a 8 miembros, personas que representan la dinámica familiar y lo aprebionuevondido en casa en la sociedad, en sus diversos grupos: trabajo, escuela, grupos recreativos, bancos, parques, etc. En esos grupos cada uno de nosotros interactúa con otros miembros de diferentes familias, en esos espacios compartimos: pensamientos, actitudes, comportamientos, sentimientos, estados de ánimo, entre otros, a través de nuestro lenguaje verbal y no verbal.

Con esto quiero hacer saber que muchos de nosotros compartimos tiempo considerable con algunas personas que pudieran estar atravesando por alguna situación conflictiva, un periodo de tiempo doloroso, donde no encuentran solución y pudieran llegar a sentirse solos y vulnerables. Como comentaba anteriormente pudiera ser que la misma desconexión con la familia e individualismo este ocasionando una mayor distancia con las personas y problemas sociales. Sin embargo, es importante ejercer nuestra corresponsabilidad, ser proactivos/as, interesarnos por los demás y ser agentes de cambio, conscientes de nuestra participación en la sociedad, procurando influir de manera positiva, generando bienestar y siempre siendo parte clave de la solución a los problemas sociales.

“El suicidio no tiene lugar en mi familia, ni en la tuya, eres importante para mí porque: eres un ser humano y una persona valiosa para los demás, procuro tu bienestar integral porque así aseguro la vida y bienestar de otros” – Michelle Delgado Torres.

 

TORTILLERÍA LOPEZ