Ante la invitación que le hizo el presidente electo Andrés Manuel López para colaborar en la pacificación del país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dio a conocer el Plan de la Iglesia Católica para la Construcción de la Paz.
En dicho documento, la CEM define cómo será su colaboración con el nuevo gobierno, la cual abarca desde la participación de al menos 150 obispos mexicanos, hasta la capacitación de los seminaristas y de los laicos comprometidos en la mediación en situaciones de conflicto.
El episcopado dijo que los obispos estarán atentos a los temas sobre la construcción de la paz que marque la agenda legislativa y el gobierno.
También colaborarán con los asesores especializados en los diferentes temas de seguridad, y con aquellos aliados que tengan una fuerte incidencia en las diferentes corrientes políticas.
El Episcopado enumera seis acciones que, por lo pronto, realizará la jerarquía católica para contribuir a la pacificación.
La primera será “apoyar al clero en las diócesis vulnerables por la violencia”. La segunda, “promover en nuestros seminarios y presbiterios, entre los consagrados y laicos comprometidos, la capacitación para el servicio de la mediación en situaciones de conflicto”.
La tercera acción será “incentivar en los seminarios la preparación del alumnado para que se generen sacerdotes con estrategias para la construcción de paz”.
La cuarta acción será “compartir entre los presbíteros experiencias y herramientas que coadyuven al manejo de situaciones de dolor y muerte”. La quinta será dar a conocer entre los sacerdotes “los protocolos de seguridad”. Y, finalmente, la sexta acción consistirá en la “implementación de los Comités de Crisis”.
El Episcopado justificó su actuación con base en los casos de corrupción y violencia que se vive en el país, y la necesidad de unidad.
“La realidad en la que se encuentra nuestro país, la corrupción y la violencia en la que hace años vivimos, nos llama como Iglesia a redoblar esfuerzos y actuar unidos, integrando y engarzando todas nuestras fuerzas y recursos”.
La Iglesia dijo que echará mano de sus experiencias de pacificación implementadas en las diócesis de Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Durango y Nuevo León, donde está dando atención a las víctimas e implementando procesos de reconciliación.
Igualmente, el documento del episcopado dice que la Iglesia tiene varios “compromisos pastorales” que seguirá cumpliendo.
Entre ellos, menciona el “impulsar y reconstruir el sentido comunitario de nuestras comunidades”, el “apoyar la fundación de centros de derechos humanos en las comunidades”, el “defender los derechos” de los migrantes que transitan por México”, y el “dialogar y colaborar con las autoridades en los diferentes niveles de gobierno”, así como con la sociedad civil y los organismos que trabajan en la construcción de la paz.
La CEM indica que sus todas estas acciones encaminadas a conseguir la paz, son la “continuidad” de las acciones estipuladas en su carta pastoral titulada “Que, en Cristo, nuestra paz, México tenga vida digna”, dada a conocer en 2010.
Fuente Proceso
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