6 Consejos para prevenir que nuestra mascota sufra un golpe de calor
Éste, por desgracia, es uno de los problemas más frecuentes para nuestras mascotas durante el verano
Como casi siempre, lo mejor es la prevención; vamos a dar primero unos consejos de cómo poder evitar un golpe de calor para nuestros compañeros los animales.
1.- Los primeros días de calor suelen ser principalmente peligrosos, aunque no se alcancen temperaturas demasiado elevadas, ya que nuestra mascota no está todavía aclimatada; así que será en estas primeras jornadas de paseos donde evitaremos llevar a nuestros compañeros a límites físicos, siempre es mejor empezar con sesiones de paseos o de ejercicios no demasiado largas y de esta manera facilitar que nuestro compañero animal se aclimate y coja una buena forma física progresivamente.
2.- Siempre hidrataremos a nuestro zooamigo los 15 primeros minutos de ejercicio y la primera media hora de haberlo sacado a pasear, de esta forma su cuerpo podrá administrar perfectamente el líquido y no se deshidratará, ya que ésta puede ser la causa del golpe de calor.
Si esperamos a darle agua a nuestros animales cuando ya están exhaustos y deshidratados, les costará recuperarse y beberán de forma exagerada y en exceso, pudiendo esto dar origen a otro grave problema, que no es otro que, en un salto o en un giro brusco, surja una torsión de estómago, siendo este problema muy difícil de diagnosticar a primera vista, y también uno de los principales causantes de la muerte de nuestros compañeros.
3.- Existen en el mercado compuestos ricos en sales, minerales y azúcares para mezclar con el agua que aportarán a nuestros animales un suministro extra de equilibrio hidroelectrolítico que les permitirá estar perfectamente hidratados, así como una rápida recuperación de largas y calurosas jornadas de paseo, ejercicio o trabajo.
4.- En el caso de que dejemos a nuestra mascota en el vehículo en el que nos transportamos o en el carro, siempre lo haremos en zonas sombrías y bien ventiladas; y, a ser posible, con agua disponible para ellos.
Tener muy en cuenta, en estos casos, la dirección del sol para estacionar el vehículo en el que viajamos si no sabemos el tiempo que vamos a tardar en volver.
5.- Si observamos que nuestros compañeros jadean en exceso, buscan constantemente tumbarse a la sombra y sufren temblores, es el momento de hacer un alto en una buena sombra y, si podemos, en alguna zona donde sople algo de viento, hidratarlos y relajarnos un rato hasta que nuestro perro se recupere perfectamente. Esto puede salvar la vida de nuestros compañeros.
Tener en cuenta que estos primeros síntomas son los que nos están advirtiendo de que el golpe de calor puede ser inminente.
6.- Mantener durante todo el año a nuestros animales en una buena forma física y sin sobrepeso siempre ayudará a prevenir este problema.
QUÉ HACER ANTE UN GOLPE DE CALOR
Si no hemos tenido en cuenta estos consejos anteriores; o, habiéndolos tenido y, como a veces pasa, aunque sea mucho más difícil, nos encontramos ante un golpe de calor, tendremos que reaccionar de la siguiente manera:
1.Como medida general en cualquier salida al campo o a carretera: tendremos grabado en nuestro teléfono el número de algún médico veterinario de urgencias que atienda las 24 horas.
Tener en cuenta que, aunque la mascota se recupere, siempre será bueno ir al médico veterinario lo antes posible para que él haga un análisis de las posibles lesiones que nuestro animal haya podido sufrir y de esta manera poderle suministrar rápidamente la medicación que le pueda ayudar a paliar los efectos secundarios del golpe de calor.
2. Una vez avisado al médico veterinario, y lo más rápidamente posible, mojaremos a nuestro zooamigo con agua fresca; dando más importancia, en el caso de que tengamos poca agua, a las orejas, cuello y patas, y llevaremos al animal a una zona sombría y bien aireada.
Si tenemos alguna toalla o trapo a nuestro alcance –y, si no, nuestra propia camiseta nos servirá–, lo empaparemos en agua fresca y se lo echaremos encima, de forma que a través de la piel el perro, gato, cuyo, conejo, chivo, puerco o la mascota de que se trate se vaya refrigerando de forma progresiva.
3. Cuando tengamos al animal estabilizado, será el momento de llevarlo al médico veterinario y al transportarlo, hacerlo con las ventanas del coche abiertas y con el trapo mojado encima de él, pero sin asfixiarlo, lo cual nos dará más garantías de una buena recuperación de nuestro compañero.
4. NUNCA utilizaremos agua excesivamente fría ni se la echaremos por encima, ya que el contraste de la temperatura corporal de nuestro zooamigo con un agua a muy baja temperatura podría ocasionarle un shock y podríamos perder a nuestro compañero al momento.
5. NUNCA meteremos a nuestra mascota en un río, embalse, abrevadero o similar, ya que también le podría dar un shock; o, incluso, al no tener nuestro compañero el control de su cuerpo, podríamos llegar a exponerlo a ahogarse.
Como consejos finales diremos que siempre será muy importante llevar una buena cantidad de agua en el carro; y por supuesto algo en que suministrarla dependiendo de la mascota de que se trate, para el caso de que paremos en la carretera, aunque sea para esos típicos «cinco minutos», que siempre se alargan. Busquemos primero una buena sombra para aparcar y dejar el coche bien aireado.
No son una ni dos veces las que hemos visto a una persona con su mascota muerta al lado, gritando desesperada: «¡Cómo ha podido pasar esto si solo he parado cinco minutos!».
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