Los migrantes fueron inicialmente asistidos por habitantes de la localidad de Tantima, ubicada al norte de Veracruz, luego de que los “polleros (traficantes) que los trasladaban a la frontera, los abandonaran en la caja seca de un tractocamión”, dijo la policía estatal.
“El Instituto Nacional de Migración (INM) rescató a 147 extranjeros originarios de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua que fueron abandonados sin agua ni alimento por presuntos traficantes de personas”, señalaron las autoridades en un comunicado.
Entre los migrantes había 48 menores de edad, 14 de ellos no acompañados.El INM agregó que viajaban en un camión en condiciones “de hacinamiento, escasa ventilación y sin proporcionarles ningún tipo de descanso”.
El grupo de migrantes está conformado por 74 hondureños, 59 guatemaltecos, 13 salvadoreños y una persona de Nicaragua, quienes pretendían llegar a Estados Unidos.
Tras percatarse de que fueron abandonados por los traficantes, los migrantes explicaron que “salieron de la caja seca porque tenían hambre, caminaron y llegaron al poblado en donde los habitantes les brindaron alimentación”.
La policía local informó del caso a las autoridades migratorias, quienes acudieron al sitio para trasladar a los centroamericanos a una base migratoria para darles atención médica y comenzar el proceso de deportación.
El fin de semana pasado, 10 migrantes indocumentados murieron en un camión localizado en Texas (sur de Estados Unidos), en el que habrían viajado hacinadas entre 70 y 200 personas, según las autoridades locales. Siete de los fallecidos eran de origen mexicano.
Durante la semana también fueron encontrados los cuerpos de cinco migrantes de Guatemala en el Río Bravo, situado en la frontera entre México y Estados Unidos, luego de que un grupo de 12 personas intentara cruzar hacia el norte.
Los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos se exponen a peligros mortales por las inclemencias meteorológicas de la desértica frontera y a morir ahogados en el Río Bravo, pero también a traficantes, secuestros y al crimen organizado.
El estado de Veracruz es uno de los más peligrosos para el paso de migrantes, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por la presencia de cárteles como Los Zetas, que buscan cobrarles cuotas por el paso.
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