Ahora que nuestro país enfrenta grandes desafíos y llama la atención mundial, es preciso señalar que mirar a México requiere observar al menos tres dimensiones de la realidad; evitar la ceguera ante la urgencia, mirar sin miopía para apreciar avances, y no perder de vista el horizonte.

Es imperativo resolver los pendientes relacionados con la inseguridad, la violencia y la incertidumbre; que la investigación en curso por los acontecimientos ocurridos en Iguala, desemboque pronto en el fincamiento de responsabilidades penales y evitar así la impunidad.

Por otra parte, es necesario y oportuno reconocer los buenos resultados de la visita presidencial a China, que comprenden inversiones que habrán de concretarse en breve, y que se sumarán a importantes obras y acciones que ya se aprecian en buena parte del país, que detonarán el potencial de nuestra economía.

Es muy importante recordar que con las reformas transformadoras que nos dimos todos, materializaremos el pronóstico de crecimiento económico que han formulado instituciones tan relevantes como Goldman Sachs y HSBC, que evidencian que estamos en la ruta correcta y que no debemos perder el ritmo.

El PRI aprecia que el gobierno de la República atiende lo urgente sin dejar de lado lo importante.  El Partido reprueba todas las acciones violentas que atentan contra la libertad, la dignidad y la armonía en la vida  cotidiana y celebra la decisión del Presidente de anteponer la política a la violencia, para restablecer el orden y canalizar las demandas manifestadas, haciendo uso de todos los recursos que la ley provee, en la atención de los asuntos en curso.

El Revolucionario Institucional hace un llamado para que todos los que forman el Estado mexicano, los tres poderes y ámbitos de gobierno, además de las fuerzas políticas, las organizaciones de la sociedad civil y las personas a título individual, sin renunciar a sus convicciones y al ejercicio de sus derechos políticos, contribuyan a la buena marcha de los asuntos de interés nacional. Que los partidos políticos y sus dirigentes cumplamos nuestra obligación de rechazar la ilegalidad y evitar la intolerancia; que todos aportemos nuestro esfuerzo a la armonía social y al diálogo político civilizado, que es la mejor manera de prepararnos para las elecciones del año próximo.

Aprovechando las ventajas de la pluralidad surgida de nuestra diversidad, cumplamos la responsabilidad que nos han asignado la sociedad y la Ley y, apegándonos a ella, continuemos el camino de la seguridad con justicia y paz, que nos permita alcanzar prosperidad para todos.