Los siete hombres asesinados la mañana de este jueves en la puerta de una huerta de aguacate en la comunidad de La Cantera, eran miembros de una familia de la comunidad de San Gregorio, de acuerdo con testigos.

Según algunos lugareños escucharon varias detonaciones de armas de fuego alrededor de las 7:00 horas, pero esto se les hizo algo cotidiano en la zona.

Fue hasta después de las 9:00 horas cuando los mismos habitantes del lugar descubrieron los cuerpos de siete personas tirados ya sin vida, uno de estos permanencia en la cabina de una camioneta marca Ford de color blanco.

De inmediato se dio parte a las autoridades y personal de la Policía de Salvador Escalante llegó para acordonar ella área en espera de la llegada de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen UEEC.

Señalaron desconocer el móvil del crimen y solo dijeron que al parecer hay problemas entre los propietarios de las huertas de esta región.

En el lugar los peritos encontraron decenas de cascajos percutidos de rifles AR-15 y calibre 7.62 para cuerno de chivo.

Por su parte la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que a través de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen, se realizan diligencias con relación al homicidio de las siete personas ocurrido esta mañana en los límites de los municipios de Ario y Salvador Escalante.

Personal de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen continúa con las actuaciones en el lugar de los hechos y se han iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer este hecho.

Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo), a la espera de que sean identificados y reclamados por sus familiares, mientras que los peritos ya iniciaron la investigación del crimen.

Una de las líneas de investigación apunta a que el crimen se pudo haber derivado de un intento de extorsión del narcotráfico a propietarios de huertas de aguacate en la región.

En Michoacán operan los cárteles de los Caballeros Templarios, Jalisco Nueva Generación (CJNG), la Nueva Familia Michoacana y los Viagras, entre otros, los cuales se disputan a sangre y fuego la producción y tráfico de drogas.

Las bandas de narcotraficantes también luchan entre sí por el control de actividades criminales, como secuestros y extorsiones.